Una investigación de una institución en Madrid, España, reveló los pro y contra de sentir la ira en el cuerpo humano.
Una investigación de una institución en Madrid, España, reveló los pro y contra de sentir la ira en el cuerpo humano.
De acuerdo con la investigación liderada por las expertas, cuando hay un conflicto de cualquier tipo se entra a hablar de la inteligencia emocional y del estado interior de una persona a través de su velocidad de reacción.
Según la reciente investigación, tanto las emociones como los sentimientos afectan de forma distinta al cuerpo de las personas y en el caso de la ira aseguraron que puede “secuestrarnos” y ser incluso dañina para la salud a la hora de sentirla. Pero también puede dar claridad y motivar a un cambio positivo.
“Se dice que hay veces que el cerebro responde y hay veces que el cerebro reacciona. Lo ideal es que el cerebro responda, pero normalmente reacciona, es decir, responde muy rápido”, explicó un experto.
Al llegar a un momento de estrés, las neuronas en la amígdala tienen mucha actividad y reaccionamos más rápido ante cualquier estímulo, detalló la experta, por lo que propuso considerar tres situaciones puntuales.
En muchas ocasiones las personas no saben qué hacer con lo que están sintiendo y eso, según los expertos, puede ser un problema a futuro, según la neurocientífica española Nazareth Castellanos es investigadora del Laboratorio Nirakara-Lab, cátedra extraordinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Ella, junto a Dolores Mercado, una profesora del posgrado y la licenciatura de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de México, UNAM, hablaron con la BBC sobre esta complicada emoción y sobre como se debería gestionar a la hora de sentirla con el objetivo de tener un aprendizaje.
“Imagínate que llega alguien y te dice algo que es aversivo. Esa información cuando entra al cerebro sigue su recorrido normal y al pasar por la amígdala, que es la zona más importante para las emociones más aversivas como la ira, la amígdala tiene que interpretar junto al hipocampo y la corteza frontal, esos tres, cuánto de desagradable ha sido esa reacción”, detalló.